A principios de 1900 los químicos sabían que el átomo contenía partículas cargadas negativamente (electrones) y partículas positivas (protones), tan sólo quedaba por resolver la cuestión de cómo distribuirlas en el átomo.
J.J. Thomson propuso un modelo atómico que consistía en distribuir de forma uniforme las partículas negativas dentro de una esfera cargada positivamente.  Este modelo fue denominado "budin de pasas", por el parecido que tiene con el famoso postre inglés.