La exactitud nos da el grado de concordancia entre el valor medido y el verdadero.

La precisión está relacionada con la reproductibilidad de las medidas.  Indica el grado de concordancia de varias medidas individuales.

Una balanza puede ser muy precisa, si al hacer varias medidas da siempre el mismo resultado.  Pero es inexacta, si ese resultado no concuerda con la realidad.  Por tanto, a los instrumentos de medida debe exigírseles que sean exactos y precisos al mismo tiempo.