El calor es una forma de transferencia de energía, que se produce en virtud de una diferencia de temperaturas. El flujo de calor siempre se produce desde el cuerpo caliente hacia el frío.
La temperatura de un cuerpo puede medirse con termómetros de mercurio, que consisten en un depósito para el mercurio unido a un capilar. Al calentarse el depósito el mercurio se expande por el capilar. A mayor temperatura se observa una mayor subida del mercurio.
Para poder medir temperaturas es necesario contar con una escala de temperaturas. El astrónomo sueco Anders Celsius desarrolló la denominada escala Celsius de temperatura. Toma como puntos de referencia la fusión del agua, a la que asigna 0º Celsius, y su punto de ebullición a presión atmosférica, al que asigna 100º Celsius. Entre estos puntos hay cien divisiones, cada una representa un grado Celsius.
Una escala de temperaturas muy utilizada en Estados Unidos, es la Fahrenheit. En esta escala los puntos de congelación y ebullición del agua se toman como 32ºF y 212ºF.
En el mundo científico, las temperaturas se expresan en la escala kelvin. Esta escala toma como cero la temperatura más baja que puede existir, por ello se llama escala absoluta de temperatura.
Las relaciones entre las diferentes escalas de temperatura vienen dadas por las siguientes ecuaciones matemáticas: