Las reacciones químicas son muy frecuentes en la vida cotidiana.  Cuando encendemos una cocina de gas estamos realizando una reacción de combustión, en la que el gas propano o butano se combinan con el oxígeno del aire para formar dióxido de carbono y agua.

Otra reacción muy conocida es la oxidación del Hierro, su combinación con el oxígeno del aire en condiciones apropiadas genera óxido de Hierro.  Esta reacción química produce pérdidas millonarias, debido al rápido deterioro de herramientas, estructuras, etc.

Existen reacciones muy espectaculares, como la que tiene lugar  entre el óxido de Hierro (III) y el aluminio metal (en polvo), para producir hierro líquido y óxido de aluminio.  Esta reacción desprende gran cantidad de calor, liberando productos en fase líquida.  Se emplea para soldar grandes estructuras de hierro y se conoce como reacción termita.