Imagina un cazo con agua en la estufa. A medida que la calentamos, las moléculas se agitan, como si estuvieran bailando con mayor energía. Llega un momento en que este baile se vuelve tan intenso que algunas moléculas se liberan del líquido y se convierten en vapor, formando burbujas que suben a la superficie.

Ese momento es la ebullición, cuando la presión del vapor dentro del líquido iguala la presión atmosférica. La temperatura del líquido se congela en ese punto, toda la energía que se le aporta se utiliza para transformar el líquido en vapor, hasta que no quede ni una gota.

agua en ebullicion

El punto de ebullición es la temperatura a la que la presión de vapor del líquido alcanza la presión atmosférica normal (1 atmósfera). Es como si el líquido se rebelara contra la presión del aire y decidiera escapar a toda costa.

En altitudes elevadas, la presión atmosférica es menor, por lo que el agua hierve a temperaturas más bajas. En Denver, por ejemplo, el agua hierve a 95 °C, mientras que en el nivel del mar lo hace a 100 °C.

Para cocinar a grandes alturas, se utilizan ollas a presión, que aumentan la presión dentro de la olla y elevan el punto de ebullición del agua, permitiendo que los alimentos se cocinen a la temperatura adecuada.

En resumen:

  • La ebullición ocurre cuando la presión de vapor del líquido iguala la presión atmosférica.
  • El punto de ebullición es la temperatura a la que esto sucede a presión atmosférica normal (1 atm).
  • El punto de ebullición varía con la presión: a menor presión, menor temperatura de ebullición.
  • Las ollas a presión aumentan la presión y el punto de ebullición del agua para cocinar a grandes alturas.

La ebullición es un fenómeno fascinante que nos ayuda a comprender la interacción entre las moléculas del líquido y la presión del entorno. Es un proceso fundamental en la cocina, la industria y en la naturaleza, desde la formación de nubes hasta la erupción de los géiseres.