Un sistema es homogéneo si cualquier propiedad intensiva se mantiene constante a lo largo de todo el sistema (la misma densidad y composición en todo punto del sistema). 

Cuando un sistema no es homogéneo consta de una serie de partes con diferentes propiedades llamadas fases. Un ejemplo de sistema heterogéneo es la disolución de NaCl en agua que e encuentra en equilibrio con NaCl sólido. Este sistema presenta dos fases, la acuosa y la sólida.